Desde finales del pasado mes de julio, la Comisión Europea ha emprendido un proceso de revisión de las normas de IVA aplicables a los sectores de viajes y turismo, con un horizonte legislativo esperado para el cuarto trimestre de 2026.
La iniciativa de la Comisión Europea se enmarca en la necesidad de adaptar una normativa que ha quedado obsoleta para una industria turística globalizada, digitalizada y en plena expansión tras la pandemia. El sector turístico supone cerca del 10 % del PIB europeo y comprende más de 4,36 millones de empresas, en su mayoría PYMES.
Las deficiencias identificadas por la Comisión incluyen: (i) las distorsiones de competencia derivadas de la no sujeción en la Unión Europea (UE) de agencias extracomunitarias; (ii) la imposibilidad de deducir el IVA en los viajes de negocios; (iii) la disparidad interpretativa entre Estados miembros; y (iv) la complejidad y escasa eficacia recaudatoria del IVA en servicios de transporte, sometidos a tipos reducidos o exenciones generalizadas. Actualmente, la recaudación por IVA en transporte representa apenas el 1,3% del IVA europeo, a pesar del peso económico del sector.
La Comisión analiza posibles reformas centradas en cuatro objetivos: armonización normativa, neutralidad competitiva, justicia fiscal y simplificación administrativa. Entre las opciones consideradas, destacan la redefinición del lugar de imposición en el Régimen Especial de Agencias de Viajes (REAV-IVA) -residencia del viajero o destino-, la tributación del margen global, la posible exclusión de operaciones B2B, así como la reforma de las reglas de localización del transporte de pasajeros (origen o destino).
Se prevé que estas medidas fortalezcan la seguridad jurídica, reduzcan cargas administrativas y aumenten la recaudación; y que tengan un impacto ambiental positivo por una fiscalidad más alineada con la sostenibilidad.
Desde España ya se han llevado a cabo diferentes aportaciones al proceso de consulta pública puesto en marcha por la Comisión Europea. Son de acceso público y consulta los posicionamientos presentados por CEOE, CONFEBUS, FENEVAL, FETAVE, GESINTUR y ANETRA.
Entre las propuestas remitidas desde España a la Comisión Europea en lo que se refiere al REAV-IVA, destacan las siguientes:
- Aplicación voluntaria del REAV-IVA, permitiendo a cada operador elegir, operación por operación, si aplica el régimen especial en operaciones cuyo destinatario sea un empresario (B2B) o un particular (B2C).
- Posibilidad de las agencias de optar por determinar la base imponible mediante un margen global o, alternativamente, operación a operación según cuál sea su modelo de negocio, lo que puede tener efectos positivos en su liquidez.
- Tributación del margen REAV-IVA al tipo aplicable al servicio subyacente (ordinario, reducido, cero o exento), evitando la aplicación automática del tipo general.
- Neutralidad del IVA en toda la cadena de valor, permitiendo la deducibilidad del impuesto cuando el destinatario sea sujeto pasivo de IVA (B2B).
- Exclusión de las actividades MICE (meetings, incentives, conferences & events) del REAV-IVA, dado que se trata de servicios eminentemente B2B con naturaleza y riesgos distintos a los servicios turísticos tradicionales.
Por lo que se refiere a la fiscalidad de los servicios de transportes de pasajeros, destacan tanto la propuesta de que los servicios de rent-a-car se puedan beneficiar de la aplicación de los tipos de IVA reducidos como la oposición a la propuesta inicial de la Comisión de que los servicios de transporte aéreo entre Estados de la UE pasen a estar sujetos a tributación en IVA.
Esperemos que producto de la convergencia del plano institucional (que persigue la modernización, armonización y eficiencia del IVA turístico en la UE) y del plano empresarial (que reclama flexibilidad, neutralidad y reconocimiento de la diversidad operativa y territorial) se consiga finalmente alcanzar una actualización de la regulación del IVA del sector turístico, ya que ello será clave para su transición hacia un sector más competitivo, sostenible, digital y alineado con las exigencias del mercado único europeo.

